Ataque Fatal de Tiburón en Morro Bay

En la víspera de Navidad, un gran tiburón blanco mató a un boogie-bordista en un área conocida como "el Pozo" al norte de Morro Rock.

 

Tomas Butterfield, de 42 años, estaba visitando a su madre en Morro Bay durante las vacaciones y fue solo a la playa la mañana de Nochebuena. Otro surfista vio la tabla de boogie en el agua y fue a investigar. La mujer se dio cuenta de que la tabla estaba unida a un cuerpo bajo el agua y la arrastró hasta la playa.

Es una pérdida terrible, a los 42 años, y finalmente comenzando a hacer algo por sí mismo
— Grant Butterfield

Nuestros corazones están con la familia Butterfield. Por favor, manténgalos en sus pensamientos

Este evento ha dejado a la comunidad “surfera” en un estado de shock. Se cree que este es el primer ataque fatal de tiburón en el condado de San Luis Obispo en 18 años.

Después de que esto ocurrió, la Patrulla del Puerto de Morro Bay cerró la playa mientras buscaba al tiburón. El agua cerca de Morro Rock reabrió al día siguiente. Sin embargo, muchos surfistas locales se piensan antes de volver al agua.

Mi respuesta siempre es: ‘Nunca es seguro o inseguro; es lo que es’. Es áreas silvestres, y debes ser consciente de que hay peligros. Es como las montañas: hay osos y pumas. Hay serpientes en las colinas
— Endersby, director del puerto de Morro Bay

Un clave consejo de seguridad para los tablistas es evitar meterse al mar después de las tormentas, cuando el agua tiende a estar más turbia, lo que dificulta que los tiburones vean a las personas y que las personas vean a los tiburones.

 

Otra forma de mantenerse a salvo es ir al mar con al menos otra persona o ir cuando este más poblada la playa con personas.

En California, solo ha habido 18 casos de alguien que ha muerto por un ataque de tiburón desde el 1800’s, según informa The Tribune. Es más probable que tengas un accidente automovilístico que un ataque de tiburón, así que no debes preocuparte. Sin embargo, es importante seguir los consejos de seguridad por si acaso.

 

Manténganse a salvo Santa Bárbara.

Teri Jory